Luz de luna

Confesiones y sueños...

martes, 31 de diciembre de 2013

2013...















 Al final, sólo lo bueno permanece....









kkn

domingo, 29 de diciembre de 2013

Loco... loca.

Te pido de rodillas 
luna no te vayas 
alúmbrale la noche 
a ese corazón 
desilusionado 
a veces maltratado


No te perdonaré 
si me dejas sola
con los sentimientos
que pasan como el viento 
lo revuelven todo 
y me vuelven loca 

Loca
por besar tus labios
sin que quede nada dentro de mí
diciéndotelo todo

Yo 
no te perdonaré 
si me dejas por dentro con este dolor
no te perdonaré si me vuelves loca

Si me vuelves loca…
si me vuelves loca…

Te pido de rodillas 
uno y mil perdones 
que al llegar la aurora 
no me digas adiós 
no me dejes ir el llanto
de tantas canciones 
de una luna rota
como una guitarra 
por tantas promesas
que se van volando 
que me vuelven loca


Loca 
por besar tus labios
sin que quede nada dentro de mí
diciéndotelo todo

Yo 
no te perdonaré 
(note perdonaré)
si me dejas por dentro con este dolor
no te perdonaré 
si me vuelves loca 

Y es que estoy loca
por besar tus labios
sin que quede nada dentro de mí
diciéndotelo todo

Yo 
no te perdonaré 
(no te perdonaré)
si me dejas por dentro con este dolor
no te perdonare 
si me vuelves loca 

Te pido de rodillas…
luna no te vayas…

Ella...

Nos busques en ella respuestas, cuando sólo sabe ser duda.
No la esperes, no la atraigas, ella llega cuando lo necesita.
No mires sus ojos si no estás dispuesto a perderte.
No intentes sacarla de su oscuridad, sólo ella sabrá cuando ver luz.
No la ates, no ha nacido ser capaz de contenerla.
Si te dice que te ama, no dudes, su trabajo le cuesta decirlo.
Hazla saberse necesaria, se alejará de ti si no te hace falta.
No la pierdas después no podrás recuperarla....

sábado, 28 de diciembre de 2013

Los dos lobos...

Un anciano Cherokee contaba a su nieto acerca de la lucha que se desarrollaba dentro de sí mismo. Ésta era entre dos lobos...


"Uno es diabólico: iracundo, lujurioso, arrogante, mentiroso, falso predicador, vanidoso, resentido, ladrón, abusador y asesino.

El otro es bueno: pacífico, amoroso, sereno, humilde, generoso, compasivo, fiel, bondadoso, benevolente y honesto".

El nieto, después de unos minutos de reflexión, preguntó a su abuelo: "¿Y qué lobo ganará?"

El anciano Cherokee simplemente respondió: "El que yo alimente".



Escribí esto que leí en algún momento no recuerdo cuando, y pensé en que desde hace algún tiempo estoy alimentando a mi segundo lobo, ese, el que parece que hace las cosas bien aunque le vaya mal. Aunque la semana pasada (sí, justo hace una semana) alimente mucho y como nunca al primero, el día que casi golpeo a alguien por primera vez.
Las cosas han ido en paz aunque aún sigo sorprendida de lo que soy capaz de hacer, conocí algo de mí que no sabía y me asusta un poco, no, me asusta demasiado.


Capaz o incapaz...

Hace unas semanas me retaste en ese juego enfermo que llegamos a tener, el capaz o incapaz ¿recuerdas? Bueno, estoy aquí para cumplirte, es lo menos que puedo hacer.

Hablar de ti no es algo que haga muy a menudo, realmente no tengo muchas personas con las cuales pueda hacerlo y es que, no muchos entienden la relación que teníamos tú y yo. Casi nadie comprende las relaciones a distancia ni como pueden llegar a ser significativas por otros aspectos que no sean sólo físicos. En una sociedad tan retorcida encontrar algo que es puro y diferente no está del todo bien visto, eso lo sabemos de sobra.

Días atrás he ordenando algunos de mis libros, unos que no metí en la caja que mi mamá me dio para llevárselos a la nueva casa porque no cabían; me llevé una sorpresa cuando observé que la mayoría de los libros que permanecen ahí son regalos tuyos. Esa minibiblioteca mía está compuesta por libros hermosos que tienen impregnado ese toque tan tuyo, tan surrealista, tan soñador, tan utópico.

Podría ponerme a hablarte de cómo no terminé de leer "La historia del rey transparente" y por eso (al menos en mi imaginación) alguien sigue atorado en una trampa colgado de un árbol, de cómo amé mil millones a Gatsby y por eso no he querido ver la película, de que nunca creí decir que quiero leer la segunda parte de Harry Potter porque tenías razón: los libros son mucho mejores, aunque J.K. Rowling no sea mi hit. También puedo decir que leer a Cortázar es un algo que las mentes débiles como la mía aún no logramos manejar y que, siendo esta la tercera vez que lo intento, espero por fin poder terminar de leer Rayuela. Ay, tonta de mí, olvidaba decirte que Alicia regresó a recordarme muchas cosas que había olvidado de cuando iba en la primaria y la leí por primera vez y que, si lo que esperabas era menguar mis instintos rebeldes y de libertad mental, regalarme a Jane Eyre fue un grave y terrible error.
Y Kundera ¡pff! Ese libro significó mucho, no sé si fue porque nuestra historia era similar, porque tenía a una Sabina entre nosotras y yo siempre creí que sería como Tomás y al final entendería las cosas, aunque no fue así.

No es que antes de ti no hubiera leído otras cosas, pero puedo marcar que en el tiempo que estuvimos juntas encontré en ti una compañera con la cual compartir ese gusto tan mío, alguien que me escuchó llorar al final de un libro porque la princesa muere y no se burló, al contrario, me abrazó bonito y me dijo que me entendía.

El cine Ana... Tú me hiciste apreciar aún más el cine, tú me hiciste ver más allá de si la historia me gustaba o no, me hiciste ser más crítica, quejarme de los planos, las tomas, decir si me gustaba la banda sonora o no, o la fotografía, ver secuencias. 

Insisto, antes de ti me gustaba leer, el cine de arte, las cosas que a nadie le importan; pero contigo todos esos gustos se pulieron porque tú sabías cosas que yo no, tú impulsaste mi grandeza.

Y hablando de impulsos, recuerdo muy bien cómo comenzaste a empujar esas ideas locas de mi cabeza para que por primera vez en mi vida hiciera algo más fuerte que sólo quejarme, las llamadas en las que me decías "estás haciendo lo correcto y lo sabes, no dejes que te tiren", por esas palabras aguanté todas las cosas que me hicieron y dijeron en la escuela fea esa en la que estaba.
Tú la activista, la quejosa, la que se iba a meter en marchas, tú te sentiste orgullosa de mí y aunque esas acciones revoltosas trajeron serias consecuencias, las he asimilado y me he dado cuenta que efectivamente, tenías razón, yo estaba haciendo lo correcto. 

Como todas las personas que han pasado por mi vida, dejaste tu huella, tomé de ti todas aquellas cosas que me gustaban y las acoplé a mí y también gracias a ti entendí los errores y defectos que tenía; esos quise dejarlos atrás.

Gracias a ti y al mundo LGBT que me mostraste supe que estaba bien, me sentí orgullosa de ser quien era, supe que tenía muchísimas opciones; me hiciste ver en el D.F. la utopía. ¿Por qué? No lo sé, tal vez porque en se momento mi Puebla querida no me ofrecía lo mismo, libertad de ser quien yo quería. Rina, Jaime y Félipe junto con la pequeña Ale, Lolkin y Judith, Claudia y Mariana... Y fue cuando otra vez fuiste empuje, cuando hablé con mi madre y tomé las riendas de lo que quería, cuando por primera vez escuché el "¿Qué te da valor para hablarme así?", sinceramente estaba muriendo de miedo pero segura de lo que deseaba, dejar de esconderme, ser libre de estar con quien yo quisiera, de disfrutarme como persona. Y fui grande y valiente.

Sé que no te amé como lo merecías, que te amé en la medida en que podía amarte en ese momento; yo estaba dividida entre la Iana que había sido y la Fanny que podía ser, tú me encontraste en ese punto intermedio, uno en el que me avergonzaba de cosas que había hecho pero no estaba decidida a dejarlas atrás. Aunque quise cambiar no podía, más bien dicho, no estaba decidida del todo.
Cuando te conocí te lo dije, te advertí que todos te dirían que no era alguien que valiera la pena, y así fue, el círculo en el que nos conocimos no tenía una muy impresión de mí, con el tiempo tú supiste la verdad. ¿Recuerdas cómo te mandaban mensajes para que me dejaras, para advertirte de mí? Sí, esos mensajes me dolieron, en especial por las personas de las que venían. 

Y aunque traté de ser una mejor persona, no lo conseguí. Sabía que te adoraba pero no quería dejar ir a mi pasado no quise soltarla a ella. Ahora que lo pienso me pregunto ¿cómo demonios aguantaste? Pero sé que lo hacías porque me amabas, porque sabías que mi lealtad era tuya mas no mi cuerpo. 

Al final ganaron mis bajos instintos, mi deseo de querer más, de buscar otra cosa y también, entendí que no podía seguir haciéndote daño, que eras la única persona de mi historia que hasta el momento había mostrado verdadero amor incondicional por mí y cómo lo único bueno que yo podía hacer por ti, te dejé.

No voy a decirte todo lo que se dicen las personas cuando se despiden, sólo quiero que estés bien, que sigas luchando por tus ideales tal y como me enseñaste a hacerlo a mí, que todos los días te despiertes con la idea de cambiar el mundo de a poquitos. Te admiro muchísimo y te respeto, sí Ana, sabes que muy pocos pueden jactarse de tener mi admiración y de ser personas respetables a mi ojos. Eres una mujer inteligente, culta, capaz, fuerte y sobre todo buena. 
Sé que de mí aprendiste mucho, que ahora sabes decir "no", que sabes que la mejor manera de mandar a la chingada es con un "gracias" y una enorme sonrisa y que, aunque la vida te trate de la fregada siempre siempre debes seguir adelante.

Me disculparía por todas mis fallas y los malos momentos que te hice pasar, pero creo que es innecesario y es que, si lo hiciera, sería disculparme por haberte hecho crecer y no, estoy orgullosa de haber sido parte de eso.

Cuídate mucho, se la mujer feliz que recuerdo y espero que un día si volvemos a encontrarnos sea para tomarnos una buena taza de café y conversar como las amigas que fuimos, mi mejor amiga durante 9 meses. 


viernes, 27 de diciembre de 2013

Hacer el amor...

Pues esta entrada será un poco pesada, un poco profunda, para no hacerlo tan largo hablaré de sexo (bien raro en mí) y lo más curioso de todo es que será de mi propia experiencia y de ciertas cosas que me hacen pensar mucho.

Hace 3 años la pequeña y linda Fanny descubrió lo que era compartirse físicamente con otra persona, cabe aclarar que la primera vez no fue como yo quería (sí, yo era de las que esperaban una primera vez de película cursi) pero obviamente fue porque yo la quise así, o sea, como que nadie me obligó ¿verdad? Luego de ese primer encuentro supe que algo no andaba bien, y poco tiempo después, encontré ese algo que me faltaba. 

Puedo decir que la primera vez que estuve con una chica dista mucho de lo que había experimentado anteriormente... Mi primera vez fue un poco incómoda, forzada (no porque él me obligara sino porque yo misma me empujé a ella), sin ese sentimiento que se supone debía estar presente; al contrario, cuando estuve con ella no hubo nada forzado, todo se dio de manera natural, el nerviosismo que había experimentado con él y, por qué no decirlo, hasta el miedo, se fue al caño al abrazarla y sentir su cuerpo junto al mío.

Recuerdo que en cuanto pude llamé a una de mis amigas para contarle todo, TODO, me sentía como un explorador que había descubierto un continente nuevo o algo así de grande e inesperado. Jamás escribí sobre esa primera vez aquí, supongo porque aún me daba miedo el sentir tanto por alguien igual a mí, supongo que fue porque mi cabeza estaba hecha un desastre y no tenía tiempo para escribir, sólo para recordarla.

Ella y yo aprendimos juntas, creo que eso fue lo mejor que pudo habernos pasado, ninguna de las dos tenía experiencia, ninguna de las dos sabía qué onda con el toqueteo a una mujer y creo que eso fue bueno, no había comparaciones con parejas previas, ese maldito "es que ella me tocaba así y así" (sí, tiempo después me tocaría escuchar eso) no estuvo presente entre nosotras. 

Hasta que ella apareció yo no tenía ni puta idea de lo que era el deseo, esa pasión que te consume por dentro y te hace querer tomarla, sentirla, besar cada parte de ella como si de eso dependiera tu vida. Yo sólo sabía que la calentura se te subía a la cabeza y eso te hacía hacer ciertas cosas, punto. Ella me enseñó que hasta para eso hay que tener cierta delicadeza.

Así pasaron dos años y medio, ella fue mi compañera durante ese tiempo y, aunque nuestra relación se había vuelto por demás autodestructiva, aún había algo que nos mantenía unidas: el deseo. Ese mismo deseo que ella había despertado era lo que nos hacía seguir ahí, seguir mirándonos con ganas, con los ojos llenos de un algo que hacía que una corriera en busca de la otra aunque supiéramos cómo terminaba todo aquello. Ambas estábamos bien conscientes de que en circunstancias normales no podíamos ni conversar más de 15 min. sin terminar peleando, ¡ah! pero en la cama podíamos pasar horas (obviamente sin decir ni una sola palabra).

Luego en mi historia apareció otra niña, una que así como llegó así se fue. Siempre creyó que para mí sólo fue un acostón y ya ¡mentira! Hoy lo confieso, si dicha señorita hubiera estado un poco más segura de lo que era y menos miedosa a que yo la dejara, yo habría pedido algo serio, pero bueno, eso es harina para otro pastel. La señorita en cuestión me demostró lo lindo que era el hecho de que alguien te dejara conocer su cuerpo sin poner cara de susto. Y fue bonito, no tan extravagante a como yo lo imaginaba pero bonito a fin de cuentas.

Y un día llegó otra mujer, una que aprendió muchísimas cosas por mí, una que durante el tiempo que estuvimos juntas se esforzó tremendamente por hacerme feliz en todos los aspectos (incluido el sexual). Una a la que realmente no supe amar por ese insistente deseo enfermo (obsesivo) que seguía teniendo por la primera (sí maldita, aunque no leas esto, siempre vas a ser la primera y siempre voy a hablar de ti como mi obsesión más pesada pero que por fin pude superar).
Esta mujer es tan curiosa, tan linda, creo que es la única ex novia/ex pareja de la que no puedo decir que me haya tratado mal, que me haya mentido o engañado. Con ella este aspecto era curioso, porque no era primordial. Así es, con ella el sexo se había ido a un segundo plano, no, de hecho ni a segundo plano llegaba. Obviamente la distancia hacía que fuera menos frecuente pero aún sin distancia no era necesario, de hecho hubo ocasiones en que ni siquiera ocurrió. En mi relación con ella eran importantes las pláticas sobre libros, las horas en skype haciendo tareas, preparando ensayos, peleando por haber visto una película y no tener las mismas opiniones o poniéndonos de acuerdo para ir juntas a X cosa.

Además hubo dos o tres resbalones (para ser exacta fueron tres xD) personas sin importancia, días en los que no tenía nada mejor que hacer y dije "pues ten sexo con un extraño" (ni tan extraños), aunque como es de esperarse el asunto no salió nada bien NADA y pues decidí regresar al camino de la pureza y la castidad.
Así pasaron dos años y medio de mi vida, con parejas con las que o tenía demasiado sexo sin hablar o hablaba demasiado sin sexo, o de plano hubo sexo pero no había otras cosas. Bien triste mi caso. 

Pero (sí, a todos nos llega el famoso pero) la historia me cambió hace 5 meses. Un día conocí a Ariadna, ella con la que el sexo ni es prioridad ni está aventado en un rincón, con la que me atrevo a parecer estrella porno (jajaja no tanto así pero algo) o a ser la mujer más dulce del mundo. Ella es el equilibrio perfecto, mi total homeostasis. No tengo que buscar algo fuera de Arih, no quiero, simplemente porque todos los días desde que estoy a su lado han sido diferentes de un modo u otro.
Desde el primer momento juntas no quise volver a separarme de su lado, comencé a llamarle amor, comencé a seguirla, a adorarla. Ella es mi casa, mi hogar. A su lado puedo terminar tan dulcemente cansada y quedarme dormida entre sus brazos, sabedora de que con ella no pasará nada malo. A su lado puedo decir que la cama nos queda corta cuando queremos o demasiado grande a la hora de dormir porque estamos dormidas una junto a la otra.
Ariadna es simplemente maravillosa, yo soy maravillosa estando con ella. De alguna manera extraña hace que quiera ser la mejor mujer del mundo para ella, hace que quiera mirarla y sentirme digna de que este enamorada de mí...
Ay, comienzo hablando de sexo y termino escribiendo del mismo modo cursi de siempre que amo a la mujer con la estoy, sí, tan típico de mí. 

En un breve (no tan breve resumen) puedo decir que a estas alturas del partido y en la expriencia previa, ya he entendido lo que quiero y lo que no de la persona con la que estoy, ya comprendí lo buena o mala que puedo ser y creo que estoy en el mejor momento de todos. 
¿Por qué quise hablar de sexo? Pues nada, sólo vi una película y me quede pensando en que realmente el sexo no es lo más básico de la vida, sí, puede ser una parte importante pero no te define, a veces corrompe y otras purifica (sí, aunque suene extraño), a veces eleva al cielo o como me llegó a ocurrir a mí, te hunde en el infierno más pesado.


"El amor no tiene sexo, encuentra a alguien que te quiera y disfruta de tu felicidad. ¿Qué nos importa a los demás, si al fin y al cabo solo estamos aquí de paso?"

martes, 24 de diciembre de 2013

3 meses...

Han pasado tres meses desde que te fuiste y la casa aún no se acostumbra a tu ausencia, a ese espacio vacío que dejaste en la mesa, a tu café sin terminar siempre presente, a todos esos hábitos que eran sólo tuyos.
¿Qué puedo contarte? Las cosas no van bien, tus hijos nos odian, han intentado de todo por intimidar y hacerle daño a mi madre incluso ha habido golpes ¿tanto daño les hiciste que guardan tanto resentimiento? Espero que si puedes saber todo lo que pienso, entiendas que a estas alturas del partido algo dentro de mí se ha roto y, lo que sea que dejó liberar, no es bueno, no es un sentimiento que yo conociera hasta hace unos días.
Estuve a punto de golpear a tu nieta, insulté al esposo de tu hija y la insulté a ella también; tú me conocías, sabes que no soy capaz ni de matar a un insecto pero esta vez eso que he reprimido toda la vida salió y no fue bueno.
Aún tengo esa sensación extraña que me está apretando por dentro, es como si hubiera un algo dentro de mí que me presiona el pecho, que hace que tenga ganas no de llorar pero sí de destruir algo, de matar algo.
¿Y la justicia? Dormida. ¿Sabes? Muerto me estás enseñando muchas más cosas de las que me enseñaste en vida, gracia a ti estoy entendiendo el estrago que deja la falta de una persona, la falta de orden, de amor incluso.
Quisiera haber aprendido todo esto de forma diferente, pero me tocó hacerlo así, a la antigüita.
Creo que no tenías ni idea de todo lo que iba a pasar con tu ausencia, creo, que jamás entendiste que tus hijos habían guardado muchos sentimientos y que en su momento debiste hablarlo, resolver esos asuntos incompletos y seguir con tu vida.
Al final, me he dado cuenta que todo lo que haces vivo tiene repercusiones, aún después de que te has marchado de esta tierra. 
No sabes cómo quisiera decirles a la cara todo lo que sé, no tienes una mínima idea de las ganas que me dieron de gritarles todos sus errores así como ellos lo hicieron con los tuyos; lo que creo que sí sabes es que yo no soy como ellos, yo no vivo del pasado.
Y aún sabiendo que no soy como ellos, este sentimiento no me abandona, esta sed de que les duela lo mismo que a mí no me deja, algo dentro se soltó y creo que no quiero amarrarlo.
Es como una mancha de tinta negra que se riega sobre un lienzo blanco y se va expandiendo más y más, así me siento. ¿Me estaré volviendo eso que tanto temía?

domingo, 22 de diciembre de 2013

A tu lado...

Espero que te quedes conmigo. Eso es lo que más
espero de ti, pues, lo que más espero del mundo
es que me deje llegar a ti.

De todas las distancias que podrían crearme
separación de un sinfín de cosas, la más molesta e
irritante es ésta que me separa de ti.

Porque todo lejos de ti es extraño y horripilante.
No sé por qué, pero eres tan bonita que me haces
sentir que a tu lado no podrían pasarme cosas
feas.

Quiero anclarme a ti con un beso en el cuello, con
un abrazo que te llegue por la espalda, con un
baile infinito con mis manos en tus caderas y mis
ojos en tus ojos.

J. Porcupine




Y sí, a tu lado no puede pasarme algo malo... Te amo.

Mis amores bonitos...

Ella y él (el pequeño trailercito)... Los amo, ya me vi, ya nos vi.


viernes, 20 de diciembre de 2013

Noches...

Desde hace un par de años descubrí las bondades de dormir acompañada; cada persona tiene un modo distinto de dormir, de abrazarte, incluso de despertarte.
Esta noche ha sido distinta, ella durmió entre mis brazos, se acomodó como nadie lo había hecho y se quedó dormida, así, después de un "Buenas noches amor" me abrazó y durmió. 
He de confesar que yo estaba a costumbrada a que (dado que dormir fuera de mi casa es casi imposible) las noches que podía compartir con alguien no eran necesariamente para dormir, así que esperaba que esta noche no fuera la excepción, pues era mi cama, mi casa, ¡solas! Y bueno, ella se quedó dormida. 
Lo curioso del asunto radica en que, esas ganas de no dormir, se cristalizaron en un largo rato mirándola dormir a ella, abrazándola, escuchando su respiración y sintiendo como se acomodaba más y más cerca... Fue tan, tan, indescriptible.
Luego de un rato me levanté de la cama, debía apagar la tv y tuve que desacomodarla, al regresar a la cama volvimos a abrazarnos y nuevamente durmió.
Con ayuda de la ligerísima luz que entraba por la ventana, podía ver a Arih: perfecta, única, dormida tan cómodamente que temía moverme y despertarla.
No pude evitar pensar en que desearía que todas mis noches fueran así, después de un día en la escuela o en el trabajo, que todas las noches llegáramos a casa, alimentáramos a nuestras mascotas, cenáramos y nos pusiéramos las pijamas para ir a la cama mientras intentáramos encontrar en la red una buena película para ver hasta dormirnos. No pude dejar de pensar que dormir a su lado era el sueño más increíble de todos.
Ella simplemente llegó a mi vida de un modo curioso, lleno de casualidades, de cosas mágicas que han hecho que estos 4 meses sean lo más maravilloso que me ha pasado. No puedo describir la sensación tan placentera de tenerla dormida entre mis brazos, de que por primera vez yo pudiera abrazar a alguien y que ese alguien se acomodara tan perfectamente conmigo, que no me empujara, que se quedara ahí, respirando cerca de mí.
No sé en qué momento el cansancio me venció, curiosamente tuve un sueño no muy grato pero fue hermoso despertar de él y que por primera vez en mi cama estuviera el ser que me tranquiliza con sólo mirarme... La abracé fuerte, me acurruqué junto a ella y volví a dormir.
Por la madrugada desperté, me resultó curiosa la posición en la que dormíamos, ya que, como es mi costumbre, quedé dormida boca abajo, Arih estaba acostada casi sobre de mí y Luna dormía cómodamente acurrucada a un costado de ella, todo en la orilla de una cama king size mientras que los otros dos tercios de cama permanecían vacíos.
Me levanté a tomar agua, al regresar a la cama mi novia estaba ya despierta, no pudimos volver a dormir. Nos quedamos conversando un rato y, ya saben, todos los días se aprende algo; esta vez yo aprendí que efectivamente, como dice mi novia, las noches se hicieron para dormir pero las madrugadas, las madrugadas señores se inventaron para otras cosas...
Al amanecer el sol comenzaba a entrar por la ventana, créanme cuando les digo que ha sido el mejor "buenos días" de mi vida.
Salimos corriendo de casa para ir a desayunar con su mamá (ni se imaginan la de trámites que tuvimos que hacer para que pudiera quedarse a dormir conmigo) y todo funcionó muy bien.
¿Saben? Jamás me había sentido tan bien, ella me hace una persona diferente, con sus chistes sosos me hace reír muchísimo, a mí, que de naturaleza soy amargada me dibuja una sonrisa todos los días.
Me hace y me deja ser la mujer más perversa de la tierra, me hace sentir hermosa, incluso me hace pensar que puedo llegar a ser provocativa o alguna de esas cosas que jamás creí ser. Ella logró que el compromiso dejara de ser una carga para mí y se convirtiera en algo que quiero, en algo que no me pesa porque es con la mujer correcta.
Amo cuando me mira como si yo fuera lo más perfecto de la tierra, amo sus abrazos bonitos, como juega con mi sistema límbico, incluso la manera en que su pequeño cuerpo encaja perfecto con el mío.
Después de tantos intentos creo que por fin puedo decir que es ella con quien quiero compartir mi vida, ella es la persona con quien quiero quedarme y dormir y despertar todos los días, con quien quiero llorar de emoción o de tristeza, con quiero cocinar aunque se nos queme la comida... Es ella con quiero vivir.
Ella me ha hecho vivir, me ha hecho entender que los días no se cuentan; los días se viven, se sienten, se disfrutan. 
Es ella a la que mi mamá ya ve como mi esposa, soy yo a la que su familia ya considera parte de la familia, somos nosotras una de las parejas más lindas que hay y a la que sinceramente muchos(as) envidian.
La amo.
Mi error siempre fue buscar al amor de mi vida pensado que venía prefabricado, que lo encontraría ya hecho y que sólo lo iba a tomar, no, el amor no viene así. El amor se construye día a día, se alimenta, se cuida, el amor crece porque tú lo deseas, porque buscas mil maneras de que esa persona sea feliz a tu lado aunque sientas que no la mereces, aunque sientas que eres la más mala de las malas y que ella y su bondad no son para ti.
Como dijera Gibrán Jalil Gibrán... El amor sólo se colma con amor.