Y ¿qué me pasa?
Hoy he vuelto a recordarte, cada vez duele menos no verte, cada vez las cosas van cambiando un poco más aunque creo que nunca dejaremos de esperarte. Sí, tú eres la causa de muchas cosas, de tantas que es difícil no culparte pero ¿ya qué caso tendría si ni defenderte podrías ante tales acusaciones? No, ahora eres sólo la causa pero no cargas la culpa.
Te extrañamos, a ti y tus manías, a ti y todo lo que éramos. Tu ausencia me desequilibró muchísimo, mi cabeza no es la misma de antes, mi autocontrol está de la mierda y es que, hacerme la fuerte me está costando mucho. Yo no sé llevar a mi madre de la mano y ella muere porque lo haga, yo he llegado a pensar que lo que busco es salir corriendo de todo, de todos. Quisiera perderme un rato, sin tener que regresar, sin tener que pensar en mi madre sola, en mi casa destruida. ¿Sabes? Actualmente no controlo lo que siento, hace unas semanas aún habitaba en ese letargo que me hizo sobrevivir los primeros meses que no estuviste pero decidí salir y el mundo que he visto me mata, me hiere. Trato de levantarme con la universidad pero me cuesta, mi mamá está cansada y la entiendo y Ari bueno, ella tiene ya sus propias batallas.
Estoy enojada contigo, estoy enfadada ¿por qué te fuiste así? ¿Por qué rompiste tus promesas tú también? ¿Por qué si nosotras nunca hicimos las cosas mal?
Yo confiaba en ti, aprendí a quererte, a vivir contigo y nos hiciste lo mismo ¡Lo mismo que todos! ¿Cómo puedo confiar en alguien? ¿Cómo puedo confiar en alguien si todo mundo me abandona?
Estoy sentada aquí llorando de nuevo y ahora me pregunto ¿por qué ha sido así? ¿Por que a nosotros? Quisiera reclamarle a alguien, quisiera que alguien viniera y me dijera que todo lo que pasa de verdad tiene una buena razón de ser y no sólo porque pasa y ya.
Mi vida se ha vuelto fea, he intentado por todos los medios de seguir pero ya no puedo, ya no quiero no importa cuanto avanzo siempre regreso al mismo punto.
Debo corregir, nosotras nunca fuimos del todo buenas, mi madre tuvo errores contigo, errores muy graves, errores que yo sabía y me costó trabajo callar hasta que ya no pude...
Me siento sola, desprotegida, indefensa ante todo, necesito ayuda o voy a terminar mal, sólo lo sé, sólo sé que si sigo así esto no va a terminar bien, quiero llorar cada cinco minutos, veo cosas donde no las hay, temo ser abandonada por todo, estoy volviéndome loca.
Ya no quiero perder personas, me vale madre que todos vengan y tengan que irse ¡ya no quiero perder! ¿De verdad he sido tan mala que todo lo bueno que tengo debe irse? ¿He sido tan mala que mis razones de ser feliz se deben ir marchitando una por una, alejándose?
Estoy muy enojada con la vida, contigo, con ella. Con la ciencia que no puede hacer algo, con las circunstancias ¡No soy fuerte! Estoy ahogándome, estoy sintiendo que muero, no tengo una razón ya no la tengo. No porque todo a lo que me aferro se va.
Y si existe Dios ¡maldito sea! él y todo sus estúpidos planes, él y todo lo que hace que pase en el mundo, él y todo lo que me ha puesto enfrente, maldito mil veces tú que contemplas todo, tú que sabes y aún así provocas.
Si esta es tu manera de decirme que me amas ¡metetela por tu celestial trasero!, sí, durante estos cinco minutos voy a pretender que existes ¿para qué? Para decirte que eres un grandísimo hijo de puta, que tú de amoroso tienes lo que yo tengo de valor, que maldigo la pinche hora en la que me hiciste sobrevivir a los golpes de papá o las mil enfermedades raras que me dieron, sí cabrón desde chiquita te has ensañado conmigo grandísimo hijo de puta ¿te costaba tanto negarme el acceso a una pinche vida en la que todo lo que habías planeado para mí terminaba en personas a las que amo muertas, enfermas, mentirosas o que simplemente hubieran preferido que yo no naciera? Pero no, ahí vas a dejarme sobrevivir, a hacerme pensar que de verdad tenías planeadas cosas para mí buenas, que mi destino era grande y ¡ahí voy yo pendeja a tragarme la historia completita! Sí Dios, eso eres, un cabrón narcisista, tú y tu infinita misericordia son más falsos que los reyes magos y ¿adivina qué? me vale un pinche cacahuate sin con cada reclamo me alejo más de ti ¿sabes por qué? Porque mi enojo es tan grande que si existes haría que dejaras de hacerlo.
Para mí ya no eres más que pura mierda, quédate con mis años de consagración, con mis peticiones de los domingos o mis rezos nocturnos de cuando era niña, quédatelos, te los di de buena gana pensando en que si seguía viva era porque me amabas, a mí, una niña enferma, no querida, no deseada, de algún modo debía darme fuerzas. Y no cabrón, llévate toda tu pinche propaganda religiosa de mi camino, nada de cursitos, de misas, de rosarios, ¡No! Hoy te digo que si realmente existes me perdiste, me perdiste completamente.


0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio