Luz de luna

Confesiones y sueños...

lunes, 6 de enero de 2014

Escribir sobre ti...

Hoy fue el primer día de ejercicio contigo, no sé cómo demonios me convenciste de levantarme de la cama a las 8 a.m. para ir al parque en bicicleta y hacer todo lo que hice hoy (que aunque haya sido poco, para mí y mi resistencia física fue una leve tortura).
Pero ahora que lo analizo, no sé cómo has logrado tantos cambios en mí en este tiempo juntas. Soy una persona con sus malos hábitos muy arraigados y que no cambia nomas porque si, una persona que creo que hasta el día de hoy entendió que por primera vez quiere hacer algo por su salud (hacer algo enserio).
Estos cambios no se limitan a intentar bajar a los 55 kilos que dijimos, no amor, van más allá de eso. Me he interesado en tu música, en tus bailes, en esas cosas que a ti te gustan y que para mí eran temas que no eran necesarios o de importancia. 
¿Sabes qué es lo lindo de todo esto? Que no ha sido obligatorio, que todo este cambio no ha sido porque tú lo presiones sino porque yo he querido hacerlo. 
Hoy me di cuenta que ambas nos rompimos el molde, el esquema que cada una tenía sobre la persona con la que quería una relación y es que seamos realistas, ni yo soy la super deportista ni tú eres la escritora más virtuosa de la tierra.
Creo sinceramente que eso es lo que me hace amarte cada día más, esas diferencias tan grandes entre nosotras, el hecho de que no eres eso a lo que estaba acostumbrada y que a veces tanto daño me había hecho.
Eres diferente, eres una mujer cuya historia no deja de sorprenderme, cuyos logros me dejan con cara de mopet cada vez que los analizo.
Contigo todos dan por hecho que soy fisio, o que juego voley, o que bailo o ya de perdida que debo estar bien pinche bonita y cuando me conocen y se van dando cuenta que disto mucho de eso su sorpresa es grande ¿cómo puedes amarme? ¿Cómo puedes estar tan perdida por mí? 
Hoy te dije "A veces enserio me preguntó qué rayos hago contigo", pusiste cara triste, supongo que no entiendes que me sigo sintiendo poca cosa para ti.
Sí Ariadna, me siento chiquita comparada con todo aquello que tú tienes, ese complejo de inferioridad que dices que tengo bien escondido sale cuando de ti se trata.
¿Es bueno que sepas que me tienes completamente? No lo sé. Creo que no es necesario ni que te lo diga, con la forma en que te miro debes de saberlo.
A veces siento que me paso de empalagosa, como hoy que me dijiste ese "voy a regresar después", sabes, últimamente no me agrada eso, no me agrada despedirme así de simple. De hecho no es algo de últimamente, es que la última vez que alguien me dijo "nos vemos al rato" regresé y ese alguien ya no estaba y jamás volvió a estar.
En los pasados meses la vida me enseñó que debo disfrutar cada momento, cada día, cada hora y si son contigo debe ser aún más.
Te amo así como se ama cuando ya te sientes preparada para algo bonito, algo formal y duradero, algo que quieres para siempre y por siempre. Te amo para casarme contigo, para cocinarte aunque me hagan burla y digan que seré la niña de la relación. 
Gracias por soportarme, por entenderme, por tenerme la suficiente paciencia como para no matarme en un momento de desesperación.
Escribir sobre ti me gusta, igual que tu sonrisa, igual que mirar tus ojos.

1 comentarios:

  • A las 8 de enero de 2014 a las 10:42 , Blogger Luis Elbert ha dicho...

    Awww... qué bonito n__n

    Creo que entiendo un poco lo del complejo de inferioridad, y lo de no querer que las despedidas sean simples, pero si te quiere y tú la quieres, no hay de qué preocuparse, disfruta de su compañía y no te fijes demasiado en esos pequeños detalles :)

    Peace&Love, Iana n__n

     

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