A ti...
Hola extraña:
Probablemente este escrito nunca llegue a tus manos, probablemente sólo sea un desperdicio de tiempo y de mis letras el hacer esto, pero me dieron ganas y lo consideré un algo bueno así que, aquí estoy.
No tengo el gusto de conocerte personalmente aunque he escuchado ciertas cosas de ti, algunas no muy buenas debo decir, pero eso no me hace un ser capaz de juzgarte, al contrario, he intentado estar en tu lugar y pensar en lo qué haría yo.
Sé que la amaste como a nadie, sé que su relación fue la cosa más hermosa que pudiste haber tenido durante el tiempo que duró, que si tuvieron ratos malísimos también los hubo muy buenos y sinceramente creo que esos son los que siempre valen la pena ¿no?
Va a sonar a cliché pero, yo también tuve a alguien antes que ella a quién amé como a nadie, por quién fui capaz de dar todo lo que tenía y hasta lo que no con tal de verla feliz, de estar a su lado; sí extraña, yo también sé de amores enfermos y un poco rotos.
Y porque sé de amores dolidos, de esos que te marcan toda la vida, es que entiendo lo que te pasa, lo que atraviesas, lo que sientes, aunque el entenderte no significa que lo acepto o que lo quiero en mi vida.
¿Por qué escribo esto? Porque creo que llega un momento en el que decides y sabes que es tiempo de marcar un límite, de decir "hasta aquí" y bueno, creo que ese momento llegó.
Respeto los miles de recuerdos que puedes tener de ella, sé por experiencia que no es un ser humano fácil de olvidar y mucho menos de dejar de querer, también respeto los recuerdos que ella tiene de ti, obviamente eres parte de su vida, de lo que ella es ahora.
Debo darte las gracias, aunque suene enfermo, por haberla dejado ir. No, por favor no tomes a mal ese agradecimiento, créeme que es el más sincero que he hecho en mi vida. Te lo agradezco porque de no haberlo hecho me habrías privado de conocer a alguien por quien yo llevaba años esperando, alguien que creí que sólo existía en mi cabeza, en las historias que me gusta escribir. Gracias a que semanas atrás ella y tú habían terminado pudimos hablar... Te contaré algo, ella y yo nos presentamos por medio de ustedes, de ti y de aquella mujer con la que yo estuve; Ari me habló de ti y yo le hable de ella ¿ves por qué debo agradecerte? Sin esa conversación inicial nada de lo que estoy viviendo con ella sería posible.
Pero así a como te agradezco también me atrevo a pedirte que cumplas con cerrar ciclos, querida extraña, vivir aferrada a tus recuerdos no te servirá de nada y, mucho menos le servirá a ella, cuya vida ha cambiado totalmente.
Puedo decirte que he cometido el error de comparar lo que ella y yo tenemos con lo que tuvo contigo, sí, puedes saber que he tenido miedo de perderla, de que un día despierte y se dé cuenta de que yo disto muchísimo de las persona con la que estuvo pero ahora he aprehendido que esto que vivimos no tiene punto de comparación con lo de ustedes.
Ella y yo hemos decidido compartir nuestras vidas, creo que es una decisión que no puede ser más formal ni más seria, y por ello te puedo decir lo siguiente: yo no te sacaré de su vida, respeto tu recuerdo en ella, la huella que dejaste, pero así a como lo respeto te pido que tú hagas los mismo y respetes el hecho de que ahora ya no eres más que eso, el recuerdo de lo que fue.
Sé que sabrás entenderlo y, al mismo tiempo, apelo a que sabrás como actuar de ahora en adelante. Amo a Ari, la amo de un modo que no sé si pudieras entender porque a veces ni yo lo entiendo y si hay algo que puedo decirte es que me comprometo a hacerla feliz cada día, cada hora. Jamás había tenido este grado de complicidad con alguien y, estoy dispuesta a hacer todo lo que esté a mi alcance por mantenerlo.
Te agradezco por indirectamente haber afectado mi vida de un modo hermoso, por dejarme conocerla, amarla y por ese agradecimiento hago las cosas de esta manera.
Gracias extraña por ser parte de mi vida sin querer.


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