Luz de luna

Confesiones y sueños...

lunes, 17 de septiembre de 2012

Después de todo...

No sé de qué manera explicar todo esto, no sé como decir que en verdad he cambiado muchas cosas. Ahora que puedo ver desde afuera de nuestra relación me doy cuenta que hicimos mal, aspectos que no quise ver antes por ilusa o por enamorada.
Hoy la vida me deja en claro que me merezco mucho más de lo que pensaba, estoy completamente segura de que todo esto que pasó fue para algo bueno, para prepararme para lo que venía, todas las bendiciones que he tenido. 
Ahora estoy perdonando tantas cosas, tantos fantasmas del pasado que seguían causando estragos en mi vida. Sé que la estabilidad mental de una persona se pone en juicio cuando declara que acude con un psicólogo y sí, tal vez este sea el caso puesto que yo necesitaba ayuda, una ayuda que no quise permitirme antes.
Me he liberado de tantas cosas, he dicho mucho de lo que me agobiaba y me han dicho cosas de mi que no quería ver, fue doloroso, ya que nadie quiere escuchar el tipo de ser humano en el que se convirtió durante un tiempo, pero aprendes, aprendes que ese dolor es parte de ti, parte de tu historia de vida.
Ya no me azoto cuando me dicen egoísta, a esta altura del partido entendí algo que me dijo mi psicóloga "No se puede ser feliz sin haber sido egoísta antes", aunque igual me ha estado enseñando a dar sin esperar recibir, a no tener miedo, a intentar buscar lo que yo quiero y no lo que los demás quieren (sí, mi eterno problema).
Aún tengo problemas en cuanto a definirme como persona, empiezo a ver lo que me gusta a mi, lo que me da miedo, todo desde mi perspectiva. Comienzo por lo más fácil y de ahí parto a lo más complejo.
Me he hecho más "flexible" en mi trato a los demás, aceptando que no todos deben pensar como yo y yo no debo pensar como ellos, que la gente no actúa como yo quiero y jamás lo va a hacer.
Debo aceptar que la persona que llegó a mi vida ha hecho un cambio en mi estructura muy fuerte, ella llegó a demostrarme que las cosas era parecidas a la idea que yo tenía antes de todo esto.
Y sí, increíblemente otra vez es "Ella" y no él. 
Estas semanas he trabajado ese aspecto de mi misma y la verdad es, que ya no quiero sentir miedo de mi, ya no quiero torturarme sola pagando culpas que ni al caso. Esto no es un pecado, no es una enfermedad, esto soy yo. Ahora me doy cuenta que no debo convencer a nadie, sí yo lo sé es suficiente.
Antes temía por convertirme en una persona seca, fría y sin darme cuenta me convertí en eso, me he estado amargando tanto... Perdí el interés por la vida, algo que juré no hacer.
Sí, de pronto es complicado mirar el entorno completo, pero no hay nada imposible, no hay nada que no pueda superar.
Dios, ese ente en el que muy a mi manera creo, me dio la fortaleza para superar muchísimas cosas, si no fuera así simplemente estaría muerta desde hace mucho y no; ESTOY VIVA, respiro, me muevo, no estoy enferma, poseo la habilidad de cambiarme y es lo que busco.
La persona especial que está entrando en mi vida ha hecho mucho por demostrar que la gente es diferente, me acompaña en este proceso y a su manera aporta muchísimas cosas. Es tan distante a lo que estaba acostumbrada y es que, ese también fue mi problema, acostumbrarme y creer que no merecía algo más. Conformarme.
Mi ex pareja ahora ocupa un lugar importante en mi vida, ya no quiero verla como "la que me hizo, la que me dijo, la que me dejó" no, quiero verla como lo que realmente fue: la mujer que me ayudó a descubrirme, la mujer a la que le entregué mi alma y que me enseñó todo lo que soy capaz de hacer por amor. Estamos juntas, se sienta detrás de mi, y aunque para algunos esa proximidad es peligrosa, para mi significa que ella puede seguir contando conmigo, que voy a darle la mano cuando la necesite y la voy a reprender cuando la riegue, ella siempre fue mi amiga y quiero conservarla como tal.
Las cosas en mi familia van bien, mi madre intenta asumir lo que soy, asumir que no tiene el control y ha dejado en claro (muy a su manera) que pase lo que pase ella estará para mi, apoyándome. Soy su hija.
Mientras mi madre asume todo eso, yo reconozco mi enojo hacia ella, reconozco que me sentí molesta, que me sentí mal y que todo eso me alejó... ambas somos seres humanos, ambas tenemos derechos y como ella lo dijo "Antes de ser tu madre soy mujer" y como la psicóloga lo dijo "Antes de ser su hija también eres mujer", así que ahora todo es cuestión de seguir.
Comienzo a ser feliz... y me agrada.

2 comentarios:

  • A las 17 de septiembre de 2012 a las 15:36 , Blogger Luis Elbert ha dicho...

    Se nota que está entrando a una etapa de su vida más equilibrada y con menos altibajos.

    Solo recuerde que ser feliz depende de uno, como dicen por ahí: "El dolor es inevitable el sufrimiento es opcional"

    Peace&Love :)

     
  • A las 17 de septiembre de 2012 a las 18:39 , Blogger Diana. ha dicho...

    Me da gusto que te estás encontrando contigo misma y empieces a ser feliz nuevamente y agradando a los demás, si no a ti misma.
    Espero que tu felicidad crezca cada vez más.

    Un abrazo.

     

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