Luz de luna

Confesiones y sueños...

domingo, 22 de enero de 2012

¿Y si te mato?

Destino

Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.

Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!

El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.

El hombre es anima de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.

Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.

El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo del tigre.

El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
-antes que lo devoren- (cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.

Damos la vida sólo a lo que odiamos.


Rosario Castellanos



¿Dónde te entierro? ¿En el espacio entre mi cama y la cabecera? ¿Entre las hojas de los libros que leí contigo? ¿Dónde? ¡¿Dónde?!... 

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