Ella...
Si alguna vez conocí mujer más encantadora es sin duda alguna ella... Con sus ojos pequeños y su labios delgados, su sonrisa simplona y su cabellos desaliñados.
¿Quién es? Aún no lo sé, tal vez una mujer hermosa, tal vez una príncesa de cuento de hadas, una bruja disfrazada o un lobo con piel de cordero.
Ella ha sabido hacerme frente, fuerte como pocas y a la vez débil como muchas. ¿Miente? ¡Claro! Todos mentimos, incluso yo le miento al decirle que no la quiero.
Es ella ha quién he dedicado mis sueños más profundos de las últimas noches, mis pensamientos más extraños y reveladores. Una mujer de cuerpo perfecto aunque de movimientos bruscos y palabras letales.
No está tan segura de si, y yo no estoy tan segura de tenerla, a final de cuentas, su corazón pertenece a manos ajenas y el mío esta pedido y concedido a un príncipe sin trono.
Es ella quien me mostró, lo que las palabras de provocación logran, lo que una lengua sin ataduras morales puede ocasionar, es ella la culpable que me han hecho pasar del tono gris a un arcoiris de 7 colores que me eran extraños...
Sólo ella y su risa que no me agrada ni me seduce, sólo ella y sus manos pequeñas que tienen marcas de trabajos que las mías aún no conocen, sólo ella que me ignora a conveniencia y me omite por recato, sólo ella podría hacerme dudar.
¿Quién es? Aún no lo sé, tal vez una mujer hermosa, tal vez una príncesa de cuento de hadas, una bruja disfrazada o un lobo con piel de cordero.
Ella ha sabido hacerme frente, fuerte como pocas y a la vez débil como muchas. ¿Miente? ¡Claro! Todos mentimos, incluso yo le miento al decirle que no la quiero.
Es ella ha quién he dedicado mis sueños más profundos de las últimas noches, mis pensamientos más extraños y reveladores. Una mujer de cuerpo perfecto aunque de movimientos bruscos y palabras letales.
No está tan segura de si, y yo no estoy tan segura de tenerla, a final de cuentas, su corazón pertenece a manos ajenas y el mío esta pedido y concedido a un príncipe sin trono.
Es ella quien me mostró, lo que las palabras de provocación logran, lo que una lengua sin ataduras morales puede ocasionar, es ella la culpable que me han hecho pasar del tono gris a un arcoiris de 7 colores que me eran extraños...
Sólo ella y su risa que no me agrada ni me seduce, sólo ella y sus manos pequeñas que tienen marcas de trabajos que las mías aún no conocen, sólo ella que me ignora a conveniencia y me omite por recato, sólo ella podría hacerme dudar.


2 comentarios:
A las 11 de enero de 2011 a las 21:44 ,
Anónimo ha dicho...
wwwuuuiiii
uodadesss pues que xidoo
y chistoso a la veezzz
si que siii
me gutoo
no digo máásss
by3ee
:D
A las 13 de enero de 2011 a las 23:44 ,
Boleyn ha dicho...
Que bonitoo me gustó!!
Besos Fany!
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