Luz de luna

Confesiones y sueños...

martes, 19 de enero de 2010

Los gatos de Siria...

Entre todas las mujeres de la veterinaria, ella se distinguia por su porte, su largo cabello color negro, su piela morena y sus hermosos ojos verdes; parecia un ángel. Ella debio de haber sentido mi mirada pues giro y miro en direccion a mi, me dio una sonrisa y despues salio de la veterinaria con su comida para gatos,antes de que se fuera pude ver en su abrigo un gafete que tenia una fotografia suya y su nombre justo en el centro: Siria. Desde ese momento no deje de pensar en ella; yo vivia frente a la veterinaria y desde mi ventana podia ver a la gente que entraba a comprar en ella, asi que aproveche la situación para observar desde ahi y esperar a que ella volviera. Pasaron los días y mis ansias por verla de nuevo crecian cada vez mas, habia dejado de pensar en otra cosa que no fuera ella, en sus ojos y su sonrisa, en su piel... Durante noches enteras la soñe, no era los sueños mas sanos del mundo, pero cumplian con mis expectativas de placer, Siria sin saberlo se habia convertido en mi mundo, en mi luz y en mi mas oscura poesia. Las ansias por verla poco a poco me fueron consumiendo, los dias pasaban y ella no regresaba "Acaso su gato no come lo suficiente como para que ella vuelva por comida" pensé mas de una ocasion y un dia mirando en dirección a la ventana vi a Siria entrar a la veterinaria.
Corri lo mas rapido que pude y entre a la veterinaria con el pretexto de comprar comida para un canario y ahi estaba ella, deslumbrantemente bella, perfecta... decidi acercarme.
-Hola- dije- mi nombre es Alfonso y tú eres?- pregunte
-Hola Alfonso, soy Siria mucho gusto- dijo dandome la mano
-¿Tienes gatos?- pregunte
-¿Mmm lo dices por la comida que traigo o es simple intuición?- respondio con sarcasmo
-Podria ser que la comida no fuese para un gato tuyo sino para el de tu vecina...-dije tratando de defenderme
-No, te equivocas. La comida es para mis gatos, bueno no son del todo mios...-hizo una pausa- He visto que en las calles cercanas a mi casa hay demasiado gatos callejeros que se meten a urgar entre la basura buscando comida, al hacerlo rompen las bolsas y tiran todo asi que desde hace unos meses los alimento desde mi balcon para que no rompan las bolsas...-me explico.
-Una buena solucion a tan sucio problema- dije
-Si, creo que lo fue. Ahora los gatos van cada moche a mi balcon y maullan fuera de el esperando a que yo les alimente, un dia olvide hacerlo y me fueron siguiendo por toda la calle- comenzo a reir- asi que tuve que ir por comida para que dejaran de seguirme.
-Una labor dificil esa de mantener tus calles limpias- conteste
-Claro, nada en esta vida es fácil- dijo Siria.
-Me gustaria invitarte un cafe aceptas?- pregunte
-Claro...- dijo ella mientras pagaba la comida.
Siria y yo salimos juntos durante algun tiempo para despues volvernos amantes. Un dia me llevo a su departamento, despues de haber calmando nuestras ansias de estar juntos, salimos al balcon en donde los gatos la esperaban ya, eran alrededor de 20, de diversos colores y tamaños pero todos con el mismo aullido de hambre. Ella los alimento y volvimos a la cama...
Yo la amaba, juro que la amaba, pero Siria era demasiado hermosa, en su trabajo la seguian los hombres, cerca de su departamento tenia mas de una admirador asi que decidi pedirle que vivieramos jutnos para no dejarla sola ni un segundo y arriesgarme a perderla en manos de otro. Ella no queria irse de su departamento pues su gatos moririan si ella se iba, asi que decidi irme yo con ella, si tan solo el estarla vigilando hubiera servido de algo.
Una noche despues de regresar del trabajo entre al apartamento, todas las luces estaban apagadas, eran las 7 pm, por lo regular yo llegaba al departamento alrededor de las 9; escuche ruidos en la recamara, tuve temor de entrar pero un impulso mas fuerte que yo me hizo dar los pasos necesarios, abri la puerta...
En mi cama pude ver a Siria con otro hombre, retozndo tan placidamente que me dio asco, la furia se apodero de mi, en un arrebato corri por el florero que Siria y yo habiamos comprado para decorar el comedor, lo tome entre mis manos y me acerque a la cama; comenze a golpear con toda mi furia posible al maldito que se encontraba con ella, entonces alguien encendio la luz... gire para ver a Siria junto a la puerta pero no era ella, en su lugar un hombre desnudo me miraba con cara de horror y entonces grito "¡La mataste!". Mi mirada volvio a la cama y ahi estaba, su negra cabellera humeda por su sangre, sus hermosos ojos verdes clavados en mi ya sin vida...
Todo comenzo a girar, mi cabeza daba vueltas como un reguilete, y entonces lo gatos comenzaron a aullar junto al balcon... los gatos, los gatos!!! Solo escuchaba a los gatos... Tome la silla y le rompi, sali corriendo al balcon para callar a los gatos, los golpee una y otra vez, no se callaban, no se callaban!!! Golpe tras golpe sus maullidos de hambre se acaban y mi paz volvia, entnces alguien me golpeo a mi y todo se quedo en silencio...
Hoy he despertado aqui, en un extraño cuarto de paredes blancas, pero no estoy solo, pues aun escucho los maullidos de los gatos de Siria...



Cuento hecho para la linda Apolline. Espero les haya gustado.

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